Acabamos de terminar de leer este libro y ¡no podemos recomendarlo lo suficiente como un buen libro para ir al baño!
Vida de Pipí, la historia de cómo la orina llegó a todas partes.
Los alquimistas buscaban oro en él. David Bowie lo refrigeraba para alejar el mal. En las trincheras de Ypres, los soldados lo usaban como máscara de gas, mientras que los terroristas de hoy en día lo añaden a los explosivos caseros. Todos los Fuller, Tucker y Walker de la guía telefónica deben su nombre a él y en 1969 se dejaron en la superficie de la Luna cuatro bolsas para guardarlo.
Comprada y vendida, intercambiada y transportada, incluso llevada al trabajo en jarras, la orina ha hecho fermentar el pan, formar espuma en la cerveza y nos ha dado la pólvora, las vidrieras, las medias de Robin Hood y La joven de la perla de Vermeer.
Y producimos una cantidad enorme. Los seres humanos solos producimos casi lo suficiente para reemplazar todo el contenido del lago Lomond cada año. Si a esto le sumamos el incalculable volumen que aporta el resto del reino animal, pronto podría desplazar a un pequeño océano. No es de extrañar que llegue a todas partes.
En La vida de Pee, Sally Magnusson revela la historia secreta del héroe más desagradable y olvidado de la civilización, y descubre cómo nuestra huella de orina es tan indeleble como nuestra huella de carbono.
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